1353 motivos para conectar a las personas a través de Libros que importan

La sexta edición de Libros que Importan en Zaragoza volvió a convertir el mercado navideño de la Plaza del Pilar en el mejor escenario para conectar a cientos de personas a través de las historias. En total, 1353 intercambios de libros con alma que, además del contenido original, el escrito por sus autores y autoras, viajaron a su nuevo hogar acompañados por los motivos que importan de sus anteriores poseedores.

1353 motivos que merecen ser contados, que nos invitan a leer esos libros con otros ojos y a sentir el poder transformador de las palabras. De todos ellos, los que expuso Laura Rangil en El hereje, la maravillosa novela de Miguel Delibes, fueron merecedores del Premio Matildas y Bastianes, dotado con la preciosa estatuilla de la artista malagueña Pepa Muñoz y un cheque regalo de 100 euros para adquirir libros en su librería favorita de la red Todostuslibros. En realidad, otros muchos también lo habrían merecido. Aquí exponemos algunos, una brevísima muestra de lo muchísimo, y tan profundo, que experimentamos con cada nueva edición de Libros que Importan gracias a la complicidad de quienes le dais sentido a este proyecto tan bonito.

Algunos libros son como eslabones de una cadena que une a los amigos invisibles de por vida, porque pueden pasar de unas manos a otras. Y por eso hay libros que importan. Los libros cuyas historias nos ponen un nudo en la garganta, o nos mueven al asco o a la rabia, son libros que nos sacuden y conmueven. Hay historias que cuestionan los mandatos sociales preestablecidos y nos descubren, entonces, realidades que se viven en otras partes del mundo. Algunos de esos libros, también, y pese a todo, nos reconcilian con el mundo. A veces, incluso, nos animan a viajar a los lugares donde transcurren esas historias.

Son libros que importan porque alguien los leía cuando era pequeña, y ahora los hemos heredado; porque sus personajes son tan importantes que hemos puesto su nombre a quienes más queremos y, entonces, nos han acompañado en la creación de nuestras propias familias. Podemos ver nuestro reflejo en las historias que nos cuentan y pueden, de alguna manera, ayudarnos a encontrar la salida. O, al menos, inspirarnos para buscarla mientras nos recuerdan que hemos de perseguir nuestros sueños e ir cerrando etapas de nuestras vidas.

Algunos libros importan porque deberían venir con prospecto, como medicamentos indicados para reír a carcajadas. Otros libros importan porque nos humanizan cuando la realidad nos roba las emociones. Otros nos recuerdan lo que existió, o a quienes hemos perdido pero, de algún modo, siguen estando presentes. Y es suficiente este motivo, en realidad, para que existan los libros que importan.